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Con la crisis económica de los mercados saturados de Europa y Norteamérica, los operadores satelitales están interesándose en los mercados emergentes con infraestructura limitada y demanda creciente de servicios de comunicaciones para nuevas oportunidades de crecimiento. Latinoamérica es una opción obvia por el auge de su economía y creciente clase media, liderada por Brasil, que representa el 50 por ciento del mercado latinoamericano. Según un estudio de Frost & Sulivan, se calcula que la capacidad de transpondedor disponible en la región se cuadruplicará durante los siguientes cinco años. Además, dados los programas de banda ancha gubernamentales, la capacidad de banda Ka tendrá un rol cada vez más importante en este nuevo ciclo de crecimiento para el mercado satelital de Latinoamérica.
Las características territoriales de la región, desde la selva tropical amazónica hasta las montañas andinas, son una ventaja para la industria satelital, que prospera en las áreas remotas que no tienen acceso a la infraestructura de comunicaciones terrestre, como la de cable, fibra y celular. Mientras que los servicios satelitales de televisión de pago y de red privada de datos VSAT han tenido un crecimiento de dos cifras en la región durante los últimos tres años, al igual que el número de subscriptores de banda ancha, las tecnologías satelitales aún representan menos del uno por ciento de las conexiones de acceso a Internet en Latinoamérica. Esto se debe principalmente al alto precio del servicio (que puede llegar a más de $300 al mes por una conexión de banda estrecha básica) y equipo de usuario final.
Las tecnologías de banda Ka han surgido en los años recientes como la solución preferida para proporcionar servicios de datos satelital para masas de consumidores a los usuarios rurales, ya que reducen las barreras de costo para el proveedor de servicios de Internet (ISP) y para el usuario final. Las comunicaciones satelitales tradicionales usan las bandas C y Ku de frecuencia más baja y un modelo de negocio satelital mixto con grandes haces de señal regionales, la frecuencia alta de la banda Ka permite mayor eficiencia de ancho de banda y reutilización de frecuencias; razón por la cual los operadores típicamente usan satélites de haces puntuales direccionales.
La construcción de un satélite de banda Ka es mucho más costosa para los operadores satelitales ya que la tecnología requiere componentes específicos, por lo que el mercado ha desarrollado una preferencia por los satélites dedicados de alto rendimiento con más de 100 transpondedores de banda Ka ancha solamente (con una capacidad de hasta 15 veces más del promedio de los transpondedores de banda C o Ku, que típicamente oscilan entre los 27 MHz a los 72 MHz) y se ha enfocado en la tecnología en los mercados de masas de consumidores.
Varios operadores satelitales ya han anunciado tímidamente su entrada al mercado de banda Ka en Latinoamérica en el futuro próximo; sin embargo, hasta ahora no se ha visto mucho y comprenden exclusivamente una capacidad pequeña de prueba en el ámbito espacial de la banda C y Ku principalmente. No obstante, los desarrollos recientes indican la posibilidad de que la banda ancha satelital para masas llegue a la región con el surgimiento de dos nuevos participantes en el mercado regional: Hughes y Eutelsat, a los que recientemente se le adjudicaron los derechos de exploración para las posiciones orbitales brasileñas. Ambos ya tienen operaciones exitosas en la banda Ka en los Estados Unidos y Europa y, aunque ninguna ha anunciado sus planes para las nuevas posiciones, sus contratos con el regulador brasileño, Anatel, incluyen disposiciones sobre capacidad de banda Ka, así como un plazo de cinco años para el lanzamiento de satélites. (Se calcula, sin embargo, que la compañía Matriz de Hughes, EchoStar, reubicará sus naves espaciales hacia la nueva posición para lanzar su red satelital de servicio de televisión directa al hogar (DTH) hacia el fin del año para competir con Sky de DirecTV.)
Los operadores más grandes de Latinoamérica, por otro lado, no están tan listos para entrar a la banda Ka. Las dos nuevas posiciones orbitales adjudicadas en una licitación brasileña a Star One, de Carlos Slim, también tienen disposiciones de cobertura de la banda Ka en su contrato con Anatel. La perspectiva general entre los grandes del mercado es que, a pesar de los avances tecnológicos, la susceptibilidad de la banda Ka a las interrupciones frecuentes de servicio, hacen que no sea oportuno usarla para servir a los clientes corporativos de VSAT, que cada vez representan más a la mayoría de aplicaciones satelitales (y utilidades) en Latinoamérica, en contracorriente de los servicios de difusión mundiales.
Los operadores comerciales también tendrán que enfrentarse a la competencia gubernamental en el segmento. Venezuela ya lanzó un satélite mixto con capacidad de banda Ka para servir a sus programas de banda ancha y Bolivia planea hacer lo mismo en 2014. El gobierno mexicano también lanzará varios satélites en los próximos años, aunque no se ha anunciado ningún plan para la banda Ka.
El anuncio más prometedor de la banda Ka hasta la fecha vino del gobierno brasileño, que planea construir un satélite dedicado de banda Ka (el primero de la región) para suministrar a los ISP la red de retorno necesaria para sus ofertas de banda ancha fija y móvil como parte del Plan Nacional de Banda Ancha. BRSAT-1, que se lanzará en 2014 con capacidad de bandas X y Ka, será operado por el Ministerio de Defensa de Brasil y la compañía estatal de telecomunicaciones, Telebrás.
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